III FUENTE DE LUZ

LOS CRISTIANOS SOMOS FUENTES DE LUZ.

(Mt. 5:14-16, Ef. 5:1)

La tercera fuente de luz que Dios dejo en el mundo, y para contrarrestar las tinieblas, son los hijos de Dios.

El apóstol Pablo dice que la creación gime y espera la manifestación de los hijos de Dios. El mundo tiene esperanza en tanto se encuentre al lado de un hijo de Dios.

Dios nos puso como luz al lado de alguien que está en tinieblas.

Ese joven del que hablamos que hace lo que hace porque se halla en tinieblas, si esta a tu lado, puede ser iluminado en su vida para hallar la salida. Y es entonces que reconocemos que no existe un límite en nuestras vidas, y que no se precisa lugares espectaculares, o plataformas para lanzar la luz de Jesús. Solo necesitamos estar al lado del que sufre, del que está hundido en la más densa oscuridad, de los marginados y olvidados; o quizás cerca de los más poderosos y odiados, que por esa imagen a veces lo dejamos afuera de la posibilidad de ser iluminados por Jesús, pero que de igual manera lo necesitan.

Los hijos de luz iluminan en público y de manera privada, desde el hogar hasta en los ámbitos laborales y recreativos, donde se encuentre una vida iluminada por Jesús hay esperanza para los que estén cerca de ellos.

 

“Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo. 2 Corintios 4:6 (NTV)

Tu y yo somos la luz del mundo, pero esta luz no se puede esconder, esta luz no se puede tapar (almud)

Esta luz luce delante de los hombres y ellos nos ven y glorifican a Dios.

 

A. Necesitamos andar como hijos de luz. Ef. 5:8

Comprobando lo que agrada a Dios (v. 10)

Reprendiendo las obras de las tinieblas

Andando con diligencia (v.15)

Siendo entendidos del tiempo que vivimos. (v.17)

Siendo llenos del Espíritu Santo. (v.18)

 

B. Necesitamos estar conectados a las centrales de energía que nos da luz.

Jesús es una fuente de luz propia. Su Luz es eterna y autosuficiente.

La Palabra es fuente de luz propia. En ella hay vida y poder.

Pero nosotros tenemos luz para alumbrar mientras estemos conectados a estas centrales de luz, a JESÚS Y SU PALABRA. Jesús dijo “separados de mi nada pueden hacer”. Solo podemos iluminar en este mundo mientras nuestras vidas estén en plena unión con Jesús y tomados en fe de Su Palabra.

 

Dr. José Luis Remotti
Obispo Nacional IDD